Una vez un hombre caminaba por la playa en una noche de luna llena, diciéndose:

“Si tuviera un auto nuevo, sería feliz.

Si tuviera una casa grande, sería feliz.

Si tuviera un excelente trabajo, sería feliz.

Si tuviera una pareja perfecta, sería feliz”.

En ese momento, tropezó con una bolsita llena de piedras y empezó a tirarlas una por una al mar cada vez que decía: “sería feliz si tuviera…”

Así lo hizo hasta que solamente quedaba una piedrita en la bolsa, la cual guardó. Al llegar a su casa se dio cuenta de que aquella piedrita era…

¡Un diamante muy valioso!

¿Te imaginas cuántos diamantes arrojó al mar por no detenerse a apreciar lo que tenía?